Tiosulfatos de TKI en uva de mesa

MEJORES CALIBRES Y MEJOR CONDICIÓN DE FRUTA

Luego de probar su eficacia con resultados “significativos y consistentes” en fruta de cerezo, tras una temporada de prueba en uva de mesa, ya se observa la tendencia a mejores calibres y calidad de fruta.

Tessenderlo Kerley es hoy el mayor productor de fertilizantes en base tiosulfato en el mundo y es reconocido como líder en el desarrollo de soluciones para optimizar su uso en diversos cultivos y condiciones, maximizando el potencial de esta molécula.

En todo el mundo, los tiosulfatos son reconocidos por su capacidad para mejorar la estructura del suelo, pero, también por sus beneficios nutricionales y otros efectos positivos, lo que les ha permitido ir ganando espacio como fertilizantes líquidos de especialidad en una amplia gama de cultivos.

Chile es parte de este desarrollo. “Aunque inicialmente se emplearon como enmiendas químicas para diferentes problemas de suelo, los resultados demuestran que los tiosulfatos son una solución efectiva que reemplaza a los fertilizantes convencionales al combinar sus efectos positivos en el suelo (infiltración, reducción de sales, etc.) con la mejora de los parámetros productivos de los diferentes cultivos en donde la compañía ha validado su uso. De modo que se han establecido como potentes alternativas de fertilización, gracias a su capacidad indiscutible para proporcionar elementos completamente solubles, los que, al estar acompañados de tiosulfatos en su estructura, no solo potencian la fertilización basada en esos elementos, sino que también favorecen potencian todo el plan nutricional”, destaca Marcela Ruiz, gerente técnico de TKI en Chile.

RESULTADOS SIGNIFICATIVOS Y CONSISTENTES

Con énfasis en uva de mesa y cerca de 20 años en el mercado de la validación y evaluación de insumos para la fruticultura, la consultora Viticultura y Fruticultura Asociados Ltda. se especializa en investigación y desarrollo en cultivos frutales. El ingeniero agrónomo, asesor, Felipe Bonelli, gerente general de la consultora, explica que sus actividades van desde la evaluación del comportamiento de nuevas variedades hasta la medición de eficacia de fertilizantes y fitosanitarios. “Generamos información científico-técnica que sirve como base para la toma de decisiones con base científica”, precisa Bonelli.

Viticultura y Fruticultura Asociados comenzó probando los tiosulfatos de TKI en cerezos. “Los probamos reemplazando un programa de fertilización tradicional, que funcionó como testigo, y los resultados fueron muy significativos y consistentes. Por una válvula de riego aplicamos los fertilizantes según el programa del campo, productos tradicionales en formato sólido y por otra válvula aplicamos los tiosulfatos, en formato líquido, según el programa de TKI. Por ejemplo, se reemplazó el sulfato de potasio por KTS® (tiosulfato acompañado de potasio) y el sulfato de magnesio por MagThio® (tiosulfato de magnesio).

En suelos de la región de O’Higgins, altamente compactados, los tiosulfatos mejoraron notablemente la condición del suelo, así como los resultados productivos. “En los cerezos, en que llevamos más temporadas de estudio, hemos logrado mayor peso de fruto, más kilos por planta y mejor condición de la fruta en comparación al testigo fertilizado con el programa tradicional”, apunta el experto.

Figura 1: Efecto del programa de nutrición TKI sobre la distribución de calibres de cerezos Lapins.

PROMISORIOS RESULTADOS EN UVA DE MESA

Los ensayos en uva de mesa se realizaron en los campos de la empresa Gioia en la zona de Aconcagua. “Probamos los tiosulfatos en un parrón muy debilitado de una variedad blanca licenciada, cultivada sobre suelos pesados y complicados por compactación, con el objetivo de revigorizar el parrón”, precisa Bonelli.

En el caso del ensayo en uva de mesa, realizados en la temporada 2023-24, “ya apreciamos la tendencia a mejores calibres -respecto de la fertilización tradicional-, así como una mejor condición de la fruta. Asimilando la cantidad de unidades de nutriente de la fertilización convencional, de los distintos elementos, con los productos en base a tiosulfatos”, dice.

Ejemplifica con el caso de las aplicaciones de MagThio® (tiosulfato con magnesio), en baja concentración, muestra un efecto más potente en las parras que las fertilizadas con sulfato de magnesio, demostrando una altísima eficiencia de fertilización. Estamos en proceso de ajustar las dosis de todos los elementos para cada condición de suelo, agua y planta, para resolver hasta dónde se puede reducir la aplicación manteniendo el óptimo productivo. Esperamos llegar a una mucho menor concentración, manteniendo los parámetros productivos, respecto del sulfato de magnesio”, afirma Bonelli.

Vicente Valdivieso, gerente de producción de la empresa Gioia, explica: “Nuestros suelos presentan niveles bajos de potasio y tendencia a compactarse, lo que limita la capacidad de la planta para absorber potasio. Con los tiosulfatos buscamos ayudar a una mejor absorción. Sin embargo, no solo tienen el efecto de mejorar la absorción, si no que, además, tienden a modificar la condición del suelo, a pesar de que se aplica en dosis relativamente bajas”. La tendencia observada en la fruta fue a calibres más grandes, según Valdivieso, porque la planta fue más eficiente en regular la transpiración y fue capaz de producir fruta más grande. “Además, de mejorar el contenido de elementos medidos en baya”, señala.

“En nuestro caso medimos específicamente en la fruta para determinar directamente qué significa aplicar estos compuestos. Nos interesa saber cómo incide en ‘lo que se vende’. En este caso, ‘lo que se vende’ fue de mayor tamaño y presentó una mayor uniformidad de las bayas. Además de que eran bayas con mejor estándar nutricional, lo que permite más tiempo de guarda o transporte. Considerando que los mercados de mejores precios están muy lejanos, el que hoy trabaje para tener una postcosecha corta, está bastante perdido. Incluso en EEUU es frecuente que el mercado esté saturado y se deba esperar para poder vender a buen precio, lo que igualmente requiere de una larga postcosecha”.

FORMATO LÍQUIDO QUE FACILITA LA OPERATIVIDAD

Otro aspecto importante para Bonelli es la formulación líquida de los tiosulfatos, la que permite una gran eficiencia operativa al facilitar la manipulación y la dosificación, llevando a mucho menos errores. “No hay que trasladar sacos y pesar, no se tiene problemas de solubilidad y las formulaciones son de alta compatibilidad entre ellas, lo que reduce el riesgo de que el producto se quede en el estanque o que los precipitados taponeen los goteros. Al mismo casetero le cambia la cara ya que solo tiene que medir el volumen que se le indica”.

Según Valdivieso, ese es un beneficio que muchos productores no consideran. “Es un formato más fácil de almacenar, al venir solubilizados te aseguras de que todo el producto que aplicaste se va a usar. Lo normal en la caseta es que el fertilizante sólido se disuelva de manera parcial o muy mal, porque se hace rápido para salir del paso. Las solubilidades de las etiquetas de los fertilizantes son efectivas a 20 °C y nunca las aguas en Chile alcanzan los veinte grados. También ocurre que los estanques para mezcla de fertilizantes están lejos del óptimo”.

Los tiosulfatos de TKI, además, son muy recomendados en condiciones de conductividad eléctrica alta del agua de riego por sales. “Por ejemplo, el KTS® (tiosulfato acompañado de potasio) tiene la mitad de conductividad que el sulfato de potasio, de modo de que no incrementa la CE de la solución”, destaca Felipe Bonelli.

Kerley Latinoamericana Ltda
kerleylatam@tkinet.com
+56 9 9233 7959

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