La base de una buena temporada
REFORZAR EL CONCEPTO DE LA “PODA A VIGOR”
Por Asesor Álvaro Azancot
Será importante identificar, a través del monitoreo de calidad de cargador/yema, cuántos cargadores y de que tipo tengo realmente en mi cuartel, posterior al proceso de poda. Es necesario llegar a un número de yemas productivas totales desde donde comenzar la regulación de carga real.
Este año, en general, las otoñadas se vieron bien. La lignificación se verificó antes que la temporada pasada y el vigor de la madera es muy satisfactoria, salvo en casos de parrones que ya venían ‘golpeados’. La pasada fue una temporada de desarrollos potentes y de exploración radicular muy distinta a otras temporadas. De ahí que el vigor de la planta no se viera afectada por las cargas muchas veces exageradas que sostuvieron.
Respecto de estrategias de poda, cuando tenemos claros los techos productivos de cada situación y hacemos un cruce con una ecuación productiva coherente, tendremos al menos una estrategia de poda a seguir. Lo más importante a respetar en la poda -desde mi punto de vista- es reforzar el concepto de la “poda a vigor”. Me refiero a que ninguno de los materiales a amarrar será de un vigor menos que medio. No debe dejarse ningún cargador débil, no importando si esa planta en particular no “cumple” con lo dictado por la ecuación productiva. De esa manera evito un sinnúmero de problemas posteriores de calidad y condición.
Así mismo será importante identificar, a través del monitoreo de calidad de cargador/yema, cuántos cargadores y de que tipo tengo realmente en mi cuartel, posterior al proceso de poda. Necesito llegar a un número de yemas productivas totales desde donde voy a comenzar la regulación de carga real. Parrones planos, ordenados por amarra, bien distribuidos y sin material débil son la base de una buena temporada.
HOY LA FERTILIDAD NO ES RESTRICTIVA
Estoy satisfecho con las podas este año. Hubo material para elegir y dejar lo mejor de la oferta cumpliendo con los números que la ecuación determina. Hoy la fertilidad no es restrictiva, por lo tanto, las podas y previo a un buen análisis de yemas, deberían haber sido sinceras respecto de la realidad. Me refiero a que podar muy pasado en número de yemas, solo hace que el verde sea muy intenso y costoso, pero sin necesidad.
No debemos olvidar que este año, muy probablemente, tengamos una cosecha histórica en cerezas, la que va a coincidir con una alta demanda de mano de obra por arreglo de racimo o trabajo en verde tardío. 40 millones más de cajas de cerezas, requerirán más de 20 mil personas más por día para la cosecha, respecto del año pasado. Es así que deberemos tener parrones muy ajustados y resueltos temprano en la temporada.
Si bien era esperable haber tenido caídas en reserva y calidad de la fertilidad de racimos después de la temporada que recién pasó, debido a las sobrecargas evidentes. No fue así. Los niveles de almidón -en general- se mantuvieron bastante bien y su relación con la arginina no es preocupante. El fósforo se ha visto muy estable. Hay que recordar que cuando la relación almidón/arginina se nos va a valores menores a 0,9 o 9, dependiendo de cómo se mida, deberemos poner ojo en la estrategia desde brotación a flor.
Optimizar desarrollo foliar será una necesidad para que los niveles de N-NH4 no lleguen muy altos a flor y provoque sobre raleos o gatille problemas de condición. La nutrición foliar deberá ser más fina y deberemos preocuparnos del cinc, boro, molibdeno, manganeso, magnesio y potasio.
Parecerá una obviedad casi aburrida, pero normalmente estamos sub dosificando las dosis foliares que necesitamos. Para hacer que la aguja se mueva (con excepción del molibdeno y manganeso, que se necesitan en cantidades muy bajas) todos los otros micro y macroelementos deben ser dosificados para aplicar las dosis máximas por hectárea. No todos los productos son lo mismo y deberemos elegir por formulación y eficiencia.
ACUMULACIÓN DE FRÍO Y ENFRENTANDO BROTACIÓN
Para la zona central, RM y O’Higgins, no recomendé el uso de rompedores de dormancia debido al buen frio acumulado. En el resto de las zonas, como siempre, recomendé la utilización de Cianamida Hidrogenada, que es el único rompedor de dormancia que funciona en uva de mesa.
Está bastante claro que este año ha sido de frío más intenso que la temporada pasada, donde estábamos con un Niño establecido. Pero los pronósticos de que vamos a tener una Niña en transición me dejan con la certeza de que tendremos un escenario normal de La Niña, donde la probabilidad de heladas está siempre presente, pero no como algo extraordinario.
Terminada la poda y amarra, recomiendo esperar brotación mirando muy bien nuestros suelos y la distribución de humedad. Afortunadamente tuvimos eventos de lluvias profundas que dejaron los suelos con una distribución de la humedad muy homogénea en profundidad y sistemas radiculares muy sanos. Sin embargo, es necesario asegurarse de que sea así. Es probable que, en la gran mayoría de los suelos de la zona central, tengamos un septiembre muy tranquilo en ese sentido y entrado octubre, la necesidad de comenzar los riegos. Es muy importante que el “puntapié inicial” de la temporada de riegos no sea antes de tiempo. Sobre-regar en preflor es una de las acciones que mayores problemas nos pueden traer en calidad de brote y calidad de flor; en términos de homogeneidad de baya y condición de ésta.
RESGUARDOS FITOSANITARIOS DE LA TEMPORADA
Después de tener una de las temporadas más duras respecto a problemas como oidio, creo que es recomendable revisar los programas para ver si respetan el cuándo, el cómo y el con qué. Se debe comenzar a proteger el tejido desde que es tejido. No esperar los promedios de tamaño de brote y definir si va a ser cada 5 o 7 o 10. Me inclino por los cada 7 días en la zona central.
Tendremos que ser muy cuidadosos con los programas de Brevipalpus en el norte y donde tengamos la intención de participar con el Systems Approach, pero también en los lugares donde no sea así. Mosca de la fruta va a ser de preocupación en algunas áreas, así como Lobesia. Insectos y ácaros van a ser objeto de atención más que nunca este año.
También es importante construir un programa de botritis apuntando a productos que no lleguen con residuos a cosecha, cuando hacemos el programa de flor junto con productos que usemos en flor y en pre-cosecha. La cuestión es tener presente que es posible no aumentar el número de residuos si utilizamos los productos adecuados en los momentos adecuados.